DE UNA PUNTA A OTRA DE LA HISTORIA. "La Bastilla: una cárcel liberadora", por Sergio Carciofi
La
toma de la Bastilla un día como hoy del año 1789, que dió inicio a la
Revolución Francesa, tuvo alguna repercusión por estos lares. El
virreinato era comandado por Nicolás Antonio de Arredondo y fue quien
tuvo a cargo retener "estampas, papeles, impresos o manuscritos" que
refieran a la situación francesa; reales órdenes de septiembre y octubre
de 1789 así lo exigían. El alcalde de Buenos Aires,
Martin de Álzaga, instruyó los procesos contra los franceses que
difundian las ideas revolucionarias. Solo encontró algunos papeles que
juzgó de poca importancia y que habían sido introducidos por un tal
Santiago de Liniers y su hermano. Al parece eran realistas a ultranza,
cosa que Santiago demostró con los años: lideró la resistencia a las
invasiones inglesas de 1806 y 1807 y fue designado virrey. Pero,
finalmente, no pudo escapar a las ideas revolucionarias de su país: la
Primera Junta de 1810 no le perdonó haber participado de grupos
contrarrevoucionarios y lo fusiló el el 26 de agosto de ese año. (Rosa 1981)
La
toma de la prisión estatal de la Bastilla liberó a quienes estaban
adentro del Antiguo Régimen y sirvió de fundamento a nuestra independencia. Al mismo tiempo condenó a quienes se quedaron afuera de la
Revolución, como al bueno de Liniers.
SC
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