Ludwig Wittgenstein señaló en 1944, en medio de la guerra más criminal de la histotia, que "ningun grito atormentado puede ser mayor que el grito de un sólo hombre. O mejor, ningun tormento puede ser mayor que el que puede sufrir un solo ser humano.Todo el planeta no puede sufrir un tormento mayor que una sola alma."
¿Y 30.000 almas?
El gobierno del pueblo, sentenció a Astiz a cadena perpetua junto con otros doce condenados.
Se lo debemos a Néstor y a Cristina, se lo debemos a Madres, Abuelas, Hijos, y todas laas organizaciones que vienen luchando desde hace más de 30 años.
Se acallan los gritos. Rodolfo Walsh, las monjas, nuestros compañeros, descansan por fin. La sociedad toda está tranquila.
Finalmente, existe la justicia sobre aquellos que buscan la supervivencia atentando, atormentando, asesinando la humanidad de otro ser humano.
Por suerte, el Tigre, Astiz y los demás no conseguirán sobrevivir a la muerte de su propia condición.
Hoy festejamos esa muerte por el resto de sus vidas.
Y honramos a Néstor y Cristina.
Norma Alvarez
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