Bergoglio vs Francisco |
Tenemos un Papa
argentino sonriente para el mundo, una de las patas del poder mundial que a lo
largo de los siglos ha mermado en poder político, pero ha mantenido el poder
económico. Miles de preguntas y solo algunas certezas nos llevan a analizar qué
se encuentra en juego en esta elección que, por primera vez, ungió a un Papa no
europeo, y en el momento más crítico de Europa. He tratado de pensar, de
desasnarme del cúmulo de información mediática contaminada por la euforia bien
justificada de un Papa argentino. Como no olvidar a ese cardenal alertando de
la crispación originada del oficialismo y jugando con un discurso claramente de
derecha en los momentos más difíciles de los gobiernos kirchneristas. Eso está
bien claro, no se discute, sucedió y su posición fue aglutinar a la derecha
deshilachada y sin rumbo. Siempre fue un gran comunicador y estratega político
según sus allegados, y entiendo que jugar políticamente a nivel país no es lo
mismo que hacerlo a nivel mundial. Por ello no me sorprende su cambio en
ciertas posiciones ideológicas y hasta filosóficas, siendo el mundo quien lo
escucha y con un nuevo nombre: Francisco. En fin, mi análisis retoma la teoría
de intentar recuperar a la iglesia en su influencia política a nivel mundial y
sanear la crisis económica interna de la curia romana. Fue muy claro: “que Dios
los perdone por lo que han hecho” como mensaje a los cardenales por su
elección, “Recen por mí” y “Una Iglesia para los pobres”. No se puede ser
Bergoglio con esos postulados, tiene que ser Francisco. Defender sectores
hegemónicos con un discurso de derecha no lo acerca a los pobres, mostrarse
reacio a recibir a nuestra presidenta no habla de la humildad y el diálogo, no
aprovechar a convertir en beato a Carlos Murias -sacerdote franciscano
asesinado en la dictadura más sangrienta que tuvo la argentina- no lo aleja de
las sospechas sobre su proceder en esos años. Dios dirá, entonces, si algo de
Bergoglio se esconde en Francisco…
Luciano Carciofi
1 comentario:
Bien contado. Sin adoptar posturas "ultas", dejando entrever todos los interrogante que nos plantea el futuro.
Excelente!
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