martes, 9 de octubre de 2012

FULBITO PARA LA TRIBUNA: "110 ANIVERSARIO DEL PRIMER GRANDE: Honor y Gloria"


El escudo que eligieron los hinchas para el aniversario
          Se viene el 110 aniversario del primer grande, Racing Club de Avellaneda. Y, de aquí en más, ¿alguien tiene algo que decir? intentará recordar algunas de las tantas peculiaridades, hazañas e historias del club que le dio todo, y antes que nadie, a la Argentina fulbolera.
         
          En el fútbol de hoy la viveza ventajera es aplaudida y valorada. Hacer un gol con la mano, tirarse para simular un penal o hacer expulsar a un contrario sin causa, es lo que se espera de un “buen jugador”. Sin embargo, la ausencia del honor, honestidad y caballerosidad en el juego es algo que se extraña y añora.
          Un ejemplo de esto último es el técnico de hockey femenino Sergio “Cachito” Vigil. Todos recuerdan cuando pidió convalidar un gol en contra de su equipo, Las Leonas. El equipo Alemán había convertido pero el arbitro no había visto el gol porque la pelota entró y salió por un agujero de la red; y, como consecuencia, ganaron las alemanas.
          Cachito ahora es un bicho raro del deporte, pero también un ejemplo a seguir. Todo el mundo lo respeta y lo referencia como modelo de deportista que defiende el verdadero sentido del juego.
          Pero la Academia se formó, y formó a los demás, en estos valores desde los inicios, por medio del ejemplo de sus líderes y futbolistas.
          Allá por la década de 1910, Alberto Ohaco era el capitán del Racing que ganó 7 campeonatos. Tal vez el único jugador completo de la historia del deporte. Jugó y sobresalió en todos los puestos, inclusive de arquero. Eran tiempos en que ser capitán era algo serio y significaba una gran responsabilidad.
          Cuentan que una vez un compañero reclamó un fallo del juez. Ohaco lo reprendió en el vestuario con estas palabras: “Amigo, usted tiene la suerte de vestir una casaca gloriosa y debe cuidar muchísimo esta gloria. Lo que usted ha hecho nos humilla a todos y desprestigia a Racing. De manera que le sugiero que recuerde amiguito que el referí no se equivoca nunca”.   
          En otra ocasión, jugando contra Estudiantil Porteño, Ohaco hizo un gol con la mano. Todos gritaban el gol mientras el árbitro lo validaba señalando el centro del campo de juego. Pero el capitán académico corrió hasta el juez, le dijo que había sido con la mano, que no valía, y se disculpó.
          Tal actitud de respeto y amor al deporte se cree que no existió nunca. Todos se asombran al ver lo que hizo Vigil y es común oír decir que tipos así no existen y no existieron nunca. No es así. Hubo deportistas como Ohaco que ayudaron, con su personalidad, honradez y genio, a darle al país al primer grande del fútbol gracias a su ejemplo.
          Es cierto, Racing es la Academia porque fue el primer fútbol criollo, el primer grande; pero también porque se hizo y forjó con honor y caballerosidad.
          Así recordamos a Alberto Ohaco, orgullo y gloria de todo el fútbol argentino. Porque Racing es el fútbol argentino.
         
          SC

2 comentarios:

catrielpampa45 dijo...

UN ABRAZO SERGIO,AGUANTE LA GLORIOSA ACADEMIA,LA MAS GRANDE,LA CONTINUADORA DEL PIONERO ALUMNI, EL PRIMER GRANDE. COMO RASINGUISTA DE ANTAÑO (LO DIGO POR LOS AÑOS QUE TENGO) TE ENVIO ESTA DATA, SABIAS QUE EN EL AÑO 1913, LA AFA LE PIDIO PERMISO A RACING PARA USAR LA CELESTE Y BLANCA CON BASTONES,JA,QUE ME CONTAS, TE SALUDO CORDIALMENTE,
RICARDO

Sergio Carciofi dijo...

Sabía..., y también, según me comentaron, hay una placa en la AFA recordando eso. Si te parece, ya iniciamos la investigación y publicamos los resultados. Abrazo y ¡VAMOS LA ACADEMIA!